2º trimestre

BIOGRAFÍA DE RUDOLF DIESEL

Ingeniero alemán. Diesel vivió en París hasta 1870, fecha en que, tras el estallido de la guerra franco-prusiana, su familia fue deportada a Inglaterra. Desde Londres fue enviado a Augsburgo, donde continuó con su formación académica hasta ingresar en la Technische Hochschule de Munich, donde estudió ingeniería bajo la tutela de Carl von Linde. En 1880 se unió a la empresa que Von Linde poseía en París.

Su primera preocupación en materia de motores fue el desarrollo de un motor de combustión interna cuyo rendimiento energético se aproximara lo máximo posible al rendimiento teórico de la máquina ideal propuesta por Carnot. En 1890, año en que se trasladó a Berlín para ocupar un nuevo cargo en la empresa de Von Linde, concibió la idea que a la postre se traduciría en el motor que lleva su nombre. Obtuvo la patente alemana de su diseño en 1892, y un año después publicó, con el título Theorie und Konstruktion eines rationellen Wäremotors, una detallada descripción de su motor.


Con el patrocinio de la Maschinenfabrik Augsburg y de las industrias Krupp, Diesel produjo una serie de modelos cada vez más eficientes que culminó en 1897 con la presentación de un motor de cuatro tiempos capaz de desarrollar una potencia de 25 caballos de vapor. La alta eficiencia de los motores Diesel, unida a un diseño relativamente sencillo, se tradujo rápidamente en un gran éxito comercial, que reportó a su creador importantes beneficios económicos.

Conocido sobre todo por ser el inventor de este nuevo motor de combustión interna, Diesel se distinguió también como sociólogo, lingüista y experto en arte. Fue visto por última vez en la cubierta del vapor Dresden en ruta hacia el Reino Unido a través del canal de la Mancha, por lo que se asumió su fallecimiento en alta mar a causa de un accidente.



TREN MAGNÉTICO
El transporte es uno de los problemas recurrentes de la vida moderna. Si bien se han desarrollado nuevas formas de moverse, todavía es frecuente que sean lentas, caras o simplemente no haya espacio para tanta gente. Los aviones, la manera más rápida de viajar, sufren retrasos por el clima, los autos crean embotellamientos enormes y los barcos no siempre sirven como opción si el lugar es muy lejano. Pero los trenes siguen siendo una de las mejores formas de viajar rápidamente, por ello fue creado el tren maglev.


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Maglev es la forma corta de nombrar la levitación magnética (magnetic levitation, en inglés). Significa que este tipo de trenes flota sobre un camino gracias al magnetismo, reemplazando el hierro utilizado anteriormente en las vías.

¿Qué es la propulsión electromagnética?
La propulsión electromagnética se basa en la idea tradicional de que los polos opuestos se atraen y los polos iguales se repelen. Sin embargo, la atracción en los electromagnetos dura solo un rato y para ello se creó un sistema que permite que se mantenga.

El tren maglev tiene tres componentes básicos: una fuente de poder eléctrico de gran tamaño, espirales de metal alineando las vías y magnetos debajo del tren. La mayor diferencia con un tren común es que no tiene motor. La energía utilizada por el tren maglev es la electricidad en los espirales de metal que crea un campo magnético para mover el tren.

Este campo magnético repele los magnetos debajo del tren generando que levite de 1 a 10 centímetros. La corriente eléctrica cambia la polaridad de los espirales magnetizados constantemente, generando que el campo magnético en frente del tren lo empuje hacia adelante.

El tren flota sobre una cama de aire, lo que elimina toda fricción con otros objetos y por tanto alcanza velocidades muy altas de más de 500 kph. A esa velocidad se puede viajar desde París a Roma en 2 horas.

Alemania y Japón están desarrollando trenes maglev, aunque con diferentes métodos. El de Alemania, denominado Transrapid, utiliza una tecnología donde el fondo del tren envuelve las vías de metal. Los electromagnetos se encuentran encima de las vías por debajo del tren, permitiendo que levite un centímetro, aún cuando está quieto.

Japón, sin embargo, desarrolló un sistema de suspensión electrodinámica basado en la fuerza repulsiva de los magnetos. La diferencia es que utilizan magnetos superconductores, que emiten electricidad aunque se haya apagado la fuente de energía eléctrica. Lo logran congelando los espirales de metal a muy bajas temperaturas para ahorrar energía. El sistema criogénico no es muy conveniente por su precio elevado.


Actualmente, el único tren maglev comercial que existe está en Shanghai (China), usando como base el creado por Alemania. Aunque varios países tienen como proyecto la construcción de estos trenes, muchos de ellos se han limitado por los costos creados. Estados Unidos tiene como proyecto hacerlo a futuro, por lo que es cuestión de tiempo para que esta tecnología llegue a varias zonas y los costos se abaraten.


¿Te imaginas un viaje de casi 500 kilómetros por hora en el tren Maglev?





COCHES ELÉCTRICOS

Un coche eléctrico es un vehículo impulsado por uno o más motores eléctricos que emplea la energía eléctrica almacenada en baterías recargables y la transforma en cinética. A diferencia de los vehículos de combustión interna, que funcionan quemando combustible, un coche eléctrico obtiene la tracción de los motores eléctricos. Esta energía es almacenada en sistemas recargables, baterías, que luego consumen la energía almacenada durante su desplazamiento. El motor de un coche eléctrico puede ser de corriente alterna o de corriente continua.

Éstas son algunas de las ventajas de los coches eléctricos:

Son más silenciosos.
Son menos contaminantes tanto en términos globales como de contaminación local.
Se recargan cuando están parados: en el garaje de tu casa, en el trabajo, en un centro comercial donde haya un punto de recarga. También se recargan durante el desplazamiento del vehículo (frenado).
Se alimentan de una fuente de energía renovable y sosteniblei.
Los motores eléctricos son más compactos, ligeros y simples que los motores de combustión interna. Al no quemar combustible, no precisan de un circuito de refrigeración ni de aceite. Además, son más eficientes que un motor térmicoi.
Empujan desde 0 RPM entregando el par motor al instante.
No necesitan cambio de marchas ni embrague. Por eso su conducción es muy cómoda, más incluso que en un coche térmico de cambio automático. Apenas generan vibraciones.
Recuperan energía de las frenadas para recargar las baterías (en estos casos el motor eléctrico funciona como un generador eléctrico, recuperando parte de la energía cinética).
Los motores eléctricos  tienen mantenimiento muy reducido por su simplicidad mecánica.
El coste energético por kilómetro de la carga eléctrica es muy inferior al del combustible para un vehículo térmico.
Independencia con respecto al petróleo, un recurso limitado y sujeto a las fluctuaciones del mercado que además aumenta la polución y daña la atmósfera.
Accesibilidad gratis en grandes ciudades.


Los vehículos eléctricos también tienen algunos inconvenientes que habría que matizar:

Los coches eléctricos gozan de menos autonomía que los coches convencionales, aunque son ideales para moverse por la ciudad. Como coche urbano son perfectos. En un futuro, según avance la tecnología de las baterías, mejorará la autonomía.
La inversión inicial suele ser mayor que al comprar un vehículo térmico, pero a la larga lo amortizas, ya que ahorras en combustible, en impuestos (hasta un 75% en impuesto de circulación) y en mantenimiento, y en según qué ciudades, el parking y el peaje te pueden salir gratis. Eso los hace rentables con vistas al futuro (lo que se conoce como TCO, o Coste Total de Propiedad).
La energía de las baterías sólo puede provenir de enchufes de la red eléctrica, y es conveniente disponer de un punto de recarga vinculado; esto es, en el que el vehículo se carga habitualmente; por ejemplo, en el garaje o en el trabajo, pues las infraestructuras públicas de recarga (puntos de carga de oportunidad) aún no están tan extendidas (aunque sin duda iremos viendo cada vez más).
Los tiempos de repostaje o carga pueden oscilar entre 30 minutos y 8 horas para una carga completa en un punto de carga vinculado específico para vehículo eléctrico. De hecho, las baterías no exigen cargarse al 100%, ni la descarga completa al no sufrir "efecto memoria". Por lo tanto, con una carga vinculada o de oportunidad puedes obtener una energía suficiente para tus necesidades.
Las baterías se desgastan mínimamente con su uso y tienen una vida largai.  De hecho, la vida útil de la batería siempre es mayor que la del vehículo. Además, la gestión electrónica que se hace de la batería evita el “efecto memoria” de otros dispositivos como los teléfonos móviles, evitando su desgaste.
Entonces, ¿es rentable un coche eléctrico?

Si tienes un garaje en propiedad o una plaza de aparcamiento de un garaje comunitario y quieres un vehículo fundamentalmente para moverte por la ciudad  -porque eres urbanita y valoras las comodidades-, y además eres respetuoso con el Medio Ambiente, entonces el coche eléctrico está hecho a tu medida. Evitarás tener que repostar y tendrás todo lo que necesitas al salir de casa. También es ideal para autónomos y taxistas.
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